Querida hermana Electra,
Luego de todo lo sucedido tú y mi hermano Orestes me han hecho abrir los ojos.
Cuando me dijiste que te negabas a vivir al amparo de leyes semejantes y yo, pues, te contesté si haces lo que has dicho, me darás la razón, debo admitir que me equivoqué. Siento que no podía ver lo que sucedía ante mí, debido al miedo por Clitemnestra y Egisto.
Quiero que sepas hermana que lo siento mucho, desde el fondo de mi corazón y que siempre te voy a a apoyar, no voy a permitir que me suceda lo mismo dos veces.
Espero sepas entender, disculpas para ti y Orestes,
Crisóstemis
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