lunes, 23 de noviembre de 2009
"El matadero" de Esteban Echeverría, dibujos de ALBERTO BRECCIA
jueves, 5 de noviembre de 2009
Ley de vagos
Ley de vagos y maleantes
La Ley de vagos y maleantes, fue una ley del código penal español de 4 de agosto de 1933, referente al tratamiento de vagabundos, nómadas, proxenetas y cualquier otro elemento considerado antisocial y que posteriormente fue modificada para reprimir también a los homosexuales.
También conocida popularmente como la Gandula, la ley fue aprobada por consenso de todos los grupos políticos de la segunda república para el control de mendigos, rufianes sin oficio conocido y proxenetas.
Por ser una ley que no sancionaba delitos sino que intentaba evitar la comisión futura de los mismos no incluía penas, sino medidas de alejamiento, control y retención de los individuos supuestamente peligrosos hasta que se determinara que se había acabado su peligrosidad. Quedando así establecida podía ser utilizada arbitrariamente para la represión de las personas sin recursos.
Modificaciones [editar]
La ley fue modificada por el régimen franquista para incluir la represión de los homosexuales el 15 de julio de 1954, como sigue (modificaciones en negrita):1
- Artículo primero: "(...) el número segundo del artículo segundo y el número segundo del artículo sexto de la Ley de Vagos y Maleantes, de cuatro de agosto de mil novecientos treinta y tres, queda redactados de la siguiente forma:
- Artículo segundo.- Número segundo.- Los homosexuales, rufianes y proxenetas. (...).
- Artículo sexto.-Número segundo.- A los homosexuales, rufianes y proxenetas, a los mendigos profesionales y a los que vivan de la mendicidad ajena, exploten menores de edad, enfermos o lisiados, se les aplicarán para que las cumplan todas sucesivamente, las medidas siguientes:
- a) Internado en un establecimiento de trabajo o colonia agrícola. Los homosexuales sometidos a esta medida de seguridad deberán ser internados en instituciones especiales y, en todo caso, con absoluta separación de los demás.
- b) Prohibición de residir en determinado lugar o territorio y obligación de declarar su domicilio.
- c) Sumisión a la vigilancia de los delegados"2
En 1970 fue sustituida y derogada por la ley sobre peligrosidad y rehabilitación social,3 de términos muy parecidos y que incluía penas de hasta cinco años de internamiento en cárceles o manicomios para los homosexuales y demás peligrosos sociales con objeto de su "rehabilitación".
domingo, 1 de noviembre de 2009
Roberto Fontanarrosa
De mí se dirá posiblemente que soy un escritor cómico, a lo sumo. Y será cierto. No me interesa demasiado la definición que se haga de mí. No aspiro al Nóbel de Literatura. Yo me doy por muy bien pagado cuando alguien se me acerca y me dice: «Me cagué de risa con tu libro».
Roberto Fontanarrosa
Se le conocía su gusto por el fútbol, deporte al cual le dedicó varias de sus obras. El cuento 19 de diciembre de 1971 es un clásico de la literatura futbolística argentina. Como buen «futbolero» siempre mostró su simpatía por el equipo al que seguía desde pequeño, Rosario Central.[2]
En los años setenta y ochenta, se lo podía encontrar tomándose un café en sus ratos libres en el bar El Cairo (esquina de calles Santa Fe y Sarmiento), sentado a la metafórica «mesa de los galanes», escenario de muchos de sus mejores cuentos. Desde los años noventa, la mesa se mudó al bar La Sede hasta la reapertura de El Cairo.
Fue expositor en el III Congreso de la Lengua Española que se desarrolló en Rosario (Argentina), el 20 de noviembre de 2004. En el mismo dio la charla titulada «Sobre las malas palabras».[3]
En 2003 se le diagnosticó esclerosis lateral amiotrófica,[4] por lo que desde 2006 utilizó frecuentemente una silla de ruedas.
En toda su vida se casó dos veces. Con su primera esposa tuvo a su único hijo, Franco. Su segunda esposa, Gabriela Mahy, lo conoció en 2002 y contrajeron matrimonio en noviembre de 2006, previo divorcio.
El 18 de enero de 2007 anunció que dejaría de dibujar sus historietas, debido a que había perdido el completo control de su mano derecha a causa de la enfermedad. Sin embargo aclaró que continuaría escribiendo guiones para sus personajes.[5] Desde entonces, Crist se encargó de ilustrar sus chistes sueltos, mientras que Oscar Salas hacía lo mismo con sus historietas de Inodoro Pereyra.
Falleció el 19 de julio de 2007, a la edad de 62 años, víctima de un paro cardiorrespiratorio una hora después de ingresar en un hospital con un cuadro de insuficiencia respiratoria aguda.[6]
Su entierro al día siguiente de su muerte fue acompañado por cientos de ciudadanos comunes, escritores, actores y autoridades de la política nacional. La marcha hizo una parada por espacio de unos minutos en cercanías al Estadio Gigante de Arroyito (estadio de Rosario Central; club del cual Fontanarrosa era un reconocido hincha), y luego continuó hacia el norte, hacia el cementerio Parque de la Eternidad en la vecina localidad de Granadero Baigorria, donde fue enterrado.[7]
En noviembre de 2008 la segunda esposa, Gabriela, decidió radicar una denuncia demandando a Franco, el hijo del escritor, por los derechos intelectuales de la obra. La mujer lo acusa de quedarse con las regalías por los libros y otros escritos.[8]