domingo, 10 de mayo de 2009

Un enemigo del pueblo.



En Un enemigo del pueblo, el autor relata la historia del doctor Thomas Stockmann y de una ciudad cuyo balneario es la principal atracción turística y el motor de la economía local.
El Dr. Stockmann es una de esas personas que poseén firmes principios y sucede que descubre en el agua una bacteria contaminante, capaz de poner en riesgo la salud de toda la población. A partir de ello se propone advertir a los demás acerca de semejante peligro.
Esta decisión lo enfrenta a los poderosos de la ciudad, a los periodistas y a los medios de comunicación, incluso a su propio hermano, el alcalde. Los pobladores y las autoridades parecen más preocupados por los inconvenientes económicos que la desinfección del agua acarrea y por la posible pérdida de clientes del balneario, que por la salud de las personas. De esta forma confrontan intereses económicos que priman sobre la salud del pueblo.
El doctor combate encarnizadamente contra todos los sectores poderosos de la comunidad, diciendo aquello que nadie desea oír. Se lo señala como traidor y todo el pueblo complota para hacer imposible la vida de Thomas y la de su familia, llegando incluso a ponerlos en riesgo.
El enfrentamiento tensiona la trama a lo largo de toda la obra, hasta estallar en un desenlace con final abierto que se presta a diversas interpretaciones.

Comentarios.

Esta obra bien pudo haberse escrito en la actualidad por la vigencia de su trama, así como transcurrir en casi cualquier lugar donde los negocios están por encima de muchas cosas, inclusive de las personas.
Las obras de Henrik Ibsen siempre tuvieron un trasfondo de crítica social, en ésta se expone el riesgo de que la democracia degenere en demagogia y sobre el precio que paga quien dice a viva voz eso que la mayoría niega. Una obra sobre el coste de airear la verdad cuando es odiosa.
La actualidad de “Un enemigo del pueblo” nos muestra a políticos expertos en dobles lenguajes, medios de comunicación que se presentan funcionales al poder y que pactan con éste, intereses particulares enmascarados bajo la noción de “bien común” y una opinión pública a la que se sacraliza al tiempo que se la manipula obscenamente.

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